Y es que, con que le demos a nuestro presi un par de alegrías seguidas, se nos viene arriba. El problema lo tenemos cuando al bajar a la realidad, nos encontramos con la triste realidad: seguimos sin gobierno, el empleo creado es de baja calidad, el problemón de Cataluña, unos discos duros que traerán de cabeza al PP… Y lo que venga de fuera, que hay 10.000 millones esperando ser recortados.
En fin, un «caramelo» de situación, que no es que sea un reto para el que entre, sino que será un master de recuperación nacional. Que sea lo que el IBEX quiera…