El nivelón de lo que algunos llaman «Televisión basura» parece estar más alto que nunca.
Ya no sólo por la calidad de la programación, sobre la que uno podría caer en los típicos realities, sesiones de cotilleo, etc. No. No es sólo eso.
Ahora lo que da verdadera grima es la utilización de ciertos programas como altavoz político, ideológico, sesgado de forma muy desagradable. Un trampolín para noticias insulsas y un buen montón de sucesos y supuesta «investigación».
Y debajo de todos esos «tropezones», casi invisibles, están las cosas que de verdad debes saber. Pero ya no hay hueco, ni en la parrilla televisiva, ni en tu mente.
Pero ojo. Es sólo mi opinión.