Y es que no hay algo que no se arregle con un poquito de Liga, Champions y unas cuantas ligas internacionales. De repente, nos empezamos a odiar un poquito entre aficiones y así el ejecutivo, que haga y deshaga a su antojo.
Parece la entradilla de una novela de intriga política, pero que alguien me diga que no es así…
Al final, voy a votar a Ronaldo, que me parece buen gestor (va a todos lados en un Audi).