Estos días atrás fue noticia las terribles inundaciones que asolan el centro de Europa, llamando especialmente la atención el cierre del Museo del Louvre de París y el traslado de emergencia de obras de arte, irreemplazables sin duda.
Obviamente, no hay helicópteros, pero si un despliegue que no se veía desde la evacuación del museo en la Segunda Guerra Mundial, pero no puedo evitar pensar si, en la misma proporción, Europa pusiera el mismo esfuerzo en evitar que el Mediterráneo se convierta en esa gigantesca fosa común.
Hay que agradecer de corazón a todas las personas que se están jugando la vida (que las hay, y muchas) en la vigilancia del mar y el salvamento de los migrantes que tratan de cruzar el mar desesperadamente, pero ojalá que en algún momento, Europa, ya sea en forma de apoyo a estas organizaciones, ya sea en forma de trabajar en solucionar la causa raíz, literalmente se ponga las pilas de una vez…