Todo lo que suponga escuchar o leer que ETA anuncia su disolución, es una muy buena noticia.
Soy de una generación que ha crecido viendo en la tele el resultado de sus atrocidades; con una madre y abuela que siempre tenían miedo a que fuese a centros comerciales por si ponían una bomba… Por ello, leer este tipo de comunicados, aun con todos los -¿se les puede llamar matices?- que incluye, me genera esperanza.
Repito: el fin del terror, siempre será una buena noticia.
Por supuesto, todo mi apoyo a las víctimas, que son protagonistas involuntarios, que han sufrido lo insufrible, y a los que nunca deberemos olvidar, y menos en estos momentos. No cometamos ese error imperdonable.