Willy Toledo fue acusado de ofender los sentimientos religiosos por insultar a Dios y a la Virgen.
Como todos sabéis, no se presentó al juicio, entre otras cosas porque sabía que los ofendidos no estarían allí presentes (al menos físicamente).
Lo que yo me pregunto es, cuántos españoles tendrían que estar frente al juez por soltar esa clase de improperios. Sobre todo tendríamos una buena muestra en cualquier atasco diario en la carretera.
Y ya no digamos las ganas que le tienen muchos colectivos a Willy Toledo. Más bien todo esto suena a excusa para ponerle en una situación incómoda, aunque me pregunto si precisamente utilizar el nombre de Dios en vano para utilizarlo como herramienta, no será muestra de delito también.
Cosas verdes…